"MENTIRAS BLANCAS": UN FILME SUTIL DE DANA ROTBERG

Profundas diferencias son las que existen entre la sociedad blanca y el pueblo maorí en Nueva Zelanda; entre ambos hay una gran tensión racial, además que unos a otros se tratan con hipocresía y falta de respeto. En torno a este tema gira el  más reciente filme de la realizadora judeo-mexicana Dana Rotberg "Mentiras blancas" ("White Lies", 2013, Nueva Zelanda), cinta que forma parte de la 58a Muestra Internacional de Cineteca Nacional.
La novela "Witithimaeri" es el punto de partida de un filme sutil, sumamente femenino, donde el intercambio de miradas entre los personajes tiene un peso fundamental.
La historia se desarrolla a inicios de la década de los 90, cuando la matriarca y curandera  Paraiti, es comisionada para que una "mujer blanca" (de origen maorí en realidad), aborte. Ella optará porque nazca la criatura y es entonces cuando se desencadenará el drama.
Muy bella, sobre todo poniendo énfasis en los exóticos paisajes es la fotografía de Alun Ballinger, lo mismo veremos paisajes exteriores, que internos en cuanto a las reacciones anímicas de los personajes.
"Mentiras blancas" es una película lírica, donde se destaca la interrelación entre las mujeres, quienes no siempre se toleran las unas a las otras. Actúan: Whirimake Black, Antonia Prebbe y Rachel House, entre otras. A un tiempo lento, pero no en exceso se va desarrollando una trama, que en el fondo es un canto a la vida y a la necesidad de persistir.
Es muy grato, saber que Dana que está de nueva cuenta tras las cámaras, tras poco más de una década de ausencia, debido a que "Otilia Rauda", data del 2000.
"Mentiras blancas" es un filme sutil y sensible de una cineasta que en imágenes contundentes, nos remite a una gran riqueza expresiva.