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lunes, 22 de mayo de 2017


"EL MERCADER DE VENECIA": BUEN TEATRO

Una muy afortunada adaptación de "El Mercader de Venecia" (1594) de William Shakespeare es la que es presentada por el talentoso David Olguín, también responsable de la traducción y la adaptación, misma que entrelíneas deja entrever la situación de un mundo globalizado, donde prevalecen los intereses creados y donde como bien decía Thomas Hobbes: "El hombre es lobo para los otros hombres".
En una muy breve temporada que inició el 27 de abril y que termina el próximo 4 de junio se presenta en El Milagro, este montaje que cuenta con el invaluable apoyo del programa México en Escena del FONCA.
Hay un equilibrio entre las actuaciones, donde destacan sobre todo Mauricio Davison- el actor fetiche de Juan José Gurrola  como el malévolo y casi imperturbable Shylock, así como David Hevia quien entrega a un melancólico Antonio, ese mercader que ve un grave revés en su fortuna.
La única que desentona en el conjunto interpretativo es la joven actriz Esmirna Barrios, egresada del CUT, quien caracteriza a Porcia, por estar sobreactuada, aunque no cabe duda que pone su mejor esfuerzo.
Este "Mercader de Venecia", ejemplo de buen teatro, fluye a lo largo de 120 minutos, que en ningún momento resultan cansados, puesto que se maneja un continuo juego de intensidades, donde se entremezcla el clasicismo del dramaturgo isabelino con una visión un tanto posmoderna del texto, donde Porcia puede aparecer en shorts o Salarino hace uso del teléfono celular.
Todo ello ocurre en el marco de la escenografía metálica diseñada por Gabriel Pascal, también responsable de la iluminación, misma que divide en dos al escenario,
El amor, la avaricia, las traiciones, las complicaciones de la vida, los deseos de vivir de otra manera, la impotencia ante las injusticias son algunos de los temas que destacan en esta adaptación de David Olguín.
Para quien esto escribe fue emocionante ver en escena al hijo del director-adaptador, el joven Juan David Olguín Almela quien personifica con frescura a Lorenzo el enamorado de Jessica, la hija de Shylock (con una eficiente Marisol Castillo).
Por su parte, Simona Chirinos entrega a una lúdica Nerissa y Fernando Álvarez Rebeil interpreta a un enamorado Basanio quien conoce a fondo los valores de una auténtica amistad.
Complementa el elenco Emmanuel Varela como Salarino. En suma, se agradece un montaje que refleja un acto amoroso al hecho escénico y que de nueva cuenta deja constancia el porque los textos de Shakespeare se pueden reelaborar por la sabiduría que los conforman ad infinitum. 

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